miércoles, 5 de marzo de 2008

Spain Externalización S.A.

Cada día que pasa de esta vida me encuentro con cosas maravillosas por el camino. Pero también me encuentro con otras que son cada vez más horribles.

Hace un par de semanas, en el call centre en el que trabajo, se celebraba la puesta en marcha de una sucursal en latinoamérica cuyo objetivo teóricamente era el de aliviar la lista de espera de llamadas: ¡Por fin pudimos saborear el tiempo disponible! Todo era perfecto, maravilloso. ¡Incluso daba tiempo para estudiar! Todo parecía una utopía: Un trabajo sencillo, bastante bien pagado, relajado, con buenos compañeros, buenos coordinadores.... ¿Qué más iba a pedir?

Bueno, sí, que fuera un trabajo que no me tuviera enganchado al PC y al teléfono todo el día, pero en un call centre creo que es algo que no tiene remedio.

Pero hace unos días comenzó la odisea: El mismo día en el que un compañero recibe la primera nómina (mucho más escueta de lo que habían prometido), un colega me avisa de que han echado a 8 personas de mi turno, que llevaban menos de 1 mes currando. ¡Flipante! dije yo. Supuse que sería gente a la que se le daría mal el trabajo o que mostraba poco interés. Pero pronto caí en la cuenta de que no era tan cierta dicha suposición: Uno de mis compañeros de grupo que, si bien no era un experto, trabajaba bastante bien y a quien nunca habían dado una sola llamada de atención iba incluido en el lote.

Días más tarde me enteré de otra novedad: Otras dos personas han terminado en la calle y sumando entre todos los turnos, son 20 los que de un día para otro se quedan sin trabajo. Pero lo curioso es que los tiempos de disponibilidad entre llamada y llamada a penas sienten este gran descenso. ¿Será porque ahora que somos menos, la gente llama menos? ¿O será porque con el sueldo de esas 20 personas, ahora pagan 50 en latinoamérica? "Elemental, querido Watson".

Y, visto lo visto, se ve probable que las intenciones a futuro sean trasladar todo el servicio fuera del país. O lo que es lo mismo, generar paro en España para disminuirlo en América y conseguir que alguien se enriquezca a costa de los servicios que pagamos los españoles.
Y es bien sabido por todos que no es este el único call centre para España que está fuera de España. Todo el mundo conoce el ya mítico centro de Telefónica en Marruecos y quien sea cliente de Movistar o Vodafone sabe que tiene más probabilidades de que le contesten desde México o Argentina que desde España.

Total, que ahora parece que España es una gran empresa externalizadora de servicios, todo impulsado por las mafias de las empresas privadas, ya que no hay una sola pública que de servicios de telecomunicaciones. Alguien las privatizó.

Y a causa de estas emigraciones de servicios a países de mano de obra barata el paro sube y sube y la economía general terminará bajando y bajando. Eso sí, que quede bien claro y nadie ponga en duda que, como en todo, la culpa la tiene Zapatero...


1 comentario:

Anónimo dijo...

Bueno, esto seguira pasando hasta q el mundo deje de ser mundo, porque la gente en busca de un sueldo y vivienda digna decida ir en "subpatavion" a la Atlántida.
Mientras puedan ahorrarse unas perrillas, pagando menos a los trabajadores...lo harán... Al fin y al cabo se cree que los trabajadores q hacen bien su trabajo son como un forunculo o agujero en el borzillo.